martes, 13 de diciembre de 2011

TIERRA SANTA IX - Jerusalem: La Calle Herodiana a lo largo del Muro Occidental

Autor: Hillel Geva | Fuente: Israel Ministry of Foreing Affairs
Jerusalem: La Calle Herodiana a lo largo del Muro Occidental
La sección más conocida es el Muro Occidental, el venerado vestigio del Templo junto al cual los judíos oran hasta el día de hoy
Jerusalem: La Calle Herodiana a lo largo del Muro Occidental
Jerusalem: La Calle Herodiana a lo largo del Muro Occidental

A fines del siglo I AEC el rey Herodes reconstruyó el Segundo Templo y lo convirtió en un edificio de gran esplendor. Fue destruido en el año 70 EC cuando las legiones romanas dirigidas por Tito, hijo del emperador Vespaciano, aplastó la rebelión de cinco años de los judíos contra Roma y conquistó Jerusalem. Los cimientos de los macizos muros de contención construidos por Herodes para crear el podio sobre el cual estuvo el Templo son visibles hasta el día de hoy; la sección más conocida es el Muro Occidental, el venerado vestigio del Templo junto al cual los judíos oran hasta el día de hoy.

Durante la década del 70 comenzaron excavaciones a lo largo del extremo suroeste del complejo del Monte del Templo Herodiano. Vestigios de edificios de diversos períodos, cubriendo 2.000 años de historia, fueron puestos al descubierto por encima de la capa de destrucción del Segundo Templo.

Entre 1993 y 1997 se llevaron a cabo nuevas excavaciones entre el Muro Occidental y el extremo suroeste del Monte del Templo. Después de despejar los restos de períodos posteriores, quedó al descubierto en toda su longitud la calle herodiana que corre a lo largo del muro occidental del Monte del Templo. Seguía el curso del Valle Tyropoeon entre el Monte del Templo y la colina occidental, donde se encontraba la Ciudad Alta, el barrio de los acomodados en el período herodiano (hoy, los barrios judío y armenio dentro de la Ciudad Vieja y el Monte Sión al sur de la muralla).

La calle fue puesta al descubierto en una longitud total de 70 metros. Tiene aproximadamente 10 m. de ancho y está pavimentada con grandes losas (3 x 1,5 m.) muy gruesas y cuidadosamente labradas, y colocadas una junto a la otra para caminar con comodidad. Ambos lados de la calle están ribeteados por piedras elevadas y bajo ellas hay una impresionante red de desagües, los más bajos cubiertos por cúpulas de piedra, lo suficientemente altos como para caminar sobre ellos. Entre la calle y el muro occidental del Monte del Templo se encontró una hilera de pequeñas tiendas que daban hacia la calle; una evidencia del comercio que alguna vez tuvo lugar aquí la brindan las múltiples pesas de piedra de diferentes tamaños que se encontraron en el área.

La base de un sólido arco sobresale del muro occidental, a unos 12 metros al norte del extremo suroeste del complejo del Monte del Templo. Es conocido como el Arco de Robinson (en memoria del explorador estadounidense que lo identificó a mediados del siglo XIX como parte de la construcción herodiana). Frente a él, a unos 13 metros del muro occidental, fueron descubiertos los restos de una pilastra que sujetaba el otro extremo del Arco de Robinson. La pilastra está construida de grandes piedras, similares a las de las murallas herodianas del Monte del Templo. Contiene cuatro cavidades, como las de la hilera de tiendas en el lado opuesto de la calle.

Al sur de la pilastra fueron descubiertos los cimientos de una hilera de bóvedas que emergen gradualmente de sur a norte. La hilera de bóvedas y el Arco de Robinson, que se encuentra en ángulo recto respecto a ella, sostenían una enorme escalinata que conectaba la calle en el valle con el Monte del Templo, según lo describe Flavio Josefo. (Antigüedades XV, 410-415)

La calle fue encontrada cubierta con una acumulación de grandes piedras que se habían desprendido del muro de contención occidental del Monte del Templo, destruyendo las tiendas y dañando el pavimento. Entre los cientos de piedras de varias toneladas de peso cada una, se encontraron fragmentos arquitectónicos que permiten reconstruir la escalinata del Arco de Robinson y la parte superior del muro de contención del Monte del Templo. Hay piedras con salientes de las hileras de pilastras que sobresalían de la parte superior de la muralla y un dintel, aparentemente parte del portal por el cual entraba la gente al Monte del Templo. Otras piedras con bordes angostos y redondeados servían como cobertura de la balaustrada sobre el muro del Monte del Templo.

Una gran piedra angular con un típico perfil herodiano había sido encontrada durante los años 70 en la calle debajo del extremo suroeste del Monte del Templo. En esta piedra está grabada una inscripción en hebreo, parcialmente conservada, que dice: Al lugar en que se toca la trompeta para... La más probable reconstrucción del final de la frase que falta de esta inscripción es proclamar o separar.

La piedra se encontraba en lo alto del extremo suroeste del Monte del Templo, desde donde los sacerdotes anunciaban el comienzo del Shabat (el viernes en la tarde).

Los grandes montones de piedras caídas brindan una dramática evidencia de la destrucción causada por las legiones romanas en el año 70 EC, que Flavio Josefo describe en detalle.

Algunas de las piedras que cubrían la calle fueron removidas y el sitio se abrió a los visitantes que pueden caminar sobre el pavimento original de esta calle del período del Segundo Templo y seguir los pasos de las multitudes de peregrinos que lo hicieron aquí hace 2000 años, camino a participar en los rituales en el Monte del Templo.



Las excavaciones durante la década de los 70 fueron dirigidas por B. Mazar en nombre de la Universidad Hebrea, Jerusalem. Las excavaciones posteriores fueron dirigidas por R. Reich y Y. Billig en nombre de la Autoridad de Antigüedades de Israel.


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